IMDEA-CSI: Investigando en la escena del crimen en la Noche Europea de los Investigadores de Madrid 2017

29 Sep
2017

Major Event (Highlighted Event)

¿Qué pueden aportar la ciencia y la tecnología al trabajo policial? ¿Quién es más inquisitivo, un científico o un policía?

Noche Europea de los Investigadores de Madrid 2017 / IMDEA-CSI: Investigando en la escena del crimen

Aunque según los estudiosos del tema no fue el primero, Sherlock Holmes sí es el más conocido de los detectives de ficción de todos los tiempos. Y su fama está más que justificada. Inteligencia, capacidad de observación, habilidad sin igual para el razonamiento inductivo y deductivo, y amplios conocimientos científicos, definen a un genial Sherlock Holmes.

En Holmes y en todos los detectives de ficción ––y no ficción–– que le han seguido, encontramos un claro ejemplo de cómo el avance en la investigación científica y en la policial se ha producido en paralelo; de que en cada momento histórico, para analizar la escena de un crimen se han utilizado los conocimientos científicos más avanzados disponibles.

La tarde del viernes 29 de septiembre, entre las 18:00 y las 21:00 horas, se reunirán el salón de actos de la Residencia de Estudiantes de Madrid investigadores de los Institutos IMDEA Agua, Alimentación, Energía, Materiales, Nanociencia, Networks y Software para mostrarnos el importante papel que desempeña el desarrollo científico dentro del trabajo policial. Viendo cómo se desenvuelven en la escena de un crimen, muy diferente a su entorno de trabajo habitual, podremos comprobar que analizar muestras de ADN sirve para identificar al asesino y también para saber si tenemos propensión genética a desarrollar ciertas enfermedades. Sabremos también que estudiar materiales y simular su comportamiento, nos permite fabricar cosas más seguras y ligeras, producir de forma más eficiente energía y también comprobar si el jarrón o el trozo de un minúsculo de material (que a simple vista no podemos identificar) encontrados al lado de la víctima, han podido ser o no el arma homicida o parte de ella. O por poner otro ejemplo, comprobaremos que es imprescindible contar con expertos capaces de analizar hasta el último bit de memoria del ordenador o el móvil de una víctima o de su verdugo.

En Estudio en Escarlata, el primero de los libros dedicado a Holmes y Watson, Sir Arthur Conan Doyle describió muy bien la relación entre ciencia y trabajo policial y puso un ejemplo revelador de cómo un avance científico puede revolucionar la investigación policial. En la escena en la que se conocen Holmes y Watson, el primero está exultante porque ha descubierto un reactivo que precipita con la hemoglobina y sólo con ella. Watson no entiende el entusiasmo de Holmes y describe el descubrimiento como algo interesante desde el punto de vista químico pero con una utilidad práctica dudosa. La respuesta de Sherlock le muestra lo equivocado que está:

Por Dios, se trata del más útil hallazgo que en el campo de la Medicina Legal haya tenido lugar en los últimos años. Fíjese: nos proporciona una prueba infalible para descubrir las manchas de sangre. […]. Los casos criminales giran siempre alrededor del mismo punto. A veces un hombre resulta sospechoso de un crimen meses más tarde de cometido éste; se someten a examen sus trajes y ropa blanca: aparecen unas manchas parduzcas. ¿Son manchas de sangre, de barro, de óxido, acaso de fruta? Semejante extremo ha sumido en la confusión a más de un experto, y ¿sabe usted por qué? Por la inexistencia de una prueba segura. Sherlock Holmes ha aportado ahora esa prueba, y queda el camino despejado en lo venidero.

Que hoy esta posibilidad haya sido superada, que seamos capaces de saber sin ninguna duda no sólo que la mancha es de sangre, si no a quien pertenece esa sangre, es una prueba más de la importancia que la ciencia tiene en la investigación forense.

Volviendo al detective-científico más famoso de todos los tiempos, su genialidad, originalidad y entrega al trabajo, no acababan aquí. Según lo describía Watson, sólo le importaba aquello que pudiese ayudarle en su trabajo. Por ello, estaba familiarizado con los aspectos prácticos de la legislación inglesa, y sin embargo, sus conocimientos de Literatura, Filosofía o Astronomía eran nulos (Watson se escandalizó al enterarse de que ni siquiera sabía que la Tierra giraba alrededor del Sol). Sus conocimientos sobre Política eran escasos; y los de Botánica desiguales: sabía todo lo que había que saber sobre la belladona, el opio y los venenos en general, y absolutamente nada sobre jardinería. Algo parecido pasaba con la Geología, sobre la que tenía conocimientos prácticos aunque restringidos: de una ojeada distinguía un suelo geológico de otro, y era capaz de reconocer por las manchas de barro de un pantalón por qué parte de Londres había estado paseando su dueño. Sus conocimientos de Química eran profundos y los de Anatomía, exactos aunque poco sistemáticos. Y para terminar, en lo que Holmes era un auténtico experto, es en lo que Watson calificaba de literatura sensacionalista: parecía conocer todos los detalles de cada hecho macabro acaecido en su siglo.

Reconociendo que entre realidad y ficción suele haber una gran distancia, lo cierto es que algunos de los rasgos que definen a Holmes y su método de trabajo, se parecen a los de un científico y también a los de un investigador policial. Ambos sacan conclusiones al contrastar lo que observan con sus conocimientos previos. Ambos recurren a la ciencia, o mejor dicho, a varias ciencias, para dar respuestas a preguntas que hasta entonces no las tenían. En definitiva, ambos utilizan todo su talento para resolver misterios.

La Noche Europea de los Investigadores de Madrid 2017 coordinada por la Fundación para el Conocimiento madrimasd, es una acción enmarcada en el programa europeo Horizonte 2020, que se celebra en más de 300 ciudades europeas a la vez. En esta edición participan cerca de una treintena de instituciones científicas de Madrid, entre ellas los Institutos IMDEA.

ENTRADA LIBRE HASTA COMPLETAR AFORO – NO ES NECESARIO REALIZAR RESERVA

Horario detallado:
18:00 – 20:00 h. El salón de actos de La Residencia de Estudiantes se convertirá en la escena de un robo que ha salido mal. Los investigadores de los institutos IMDEA acudirán a la escena del crimen para aportar su “granito de ciencia” a la resolución del misterio: ¿qué se ha llevado el ladrón? ¿Quién es la víctima? ¿Y el asesino?

20:00 – 21:00 h. Preguntas del público a los investigadores.

Público al que va dirigido: Público general.

Fecha: Viernes, 29 de Septiembre de 2017. Horario: 18:00 a 21:00 h.

Lugar de celebración: La Residencia de Estudiantes. C/ Pinar, 21-23 – 28006 Madrid.

Organiza: Institutos IMDEA.

Información de contacto:

Este proyecto de La Noche Europea de los Investigadores de Madrid está financiado por el Programa Marco de Investigación e Innovación Horizonte 2020 bajo las Acciones Marie Sklodowska-Curie de la Comisión Europea. DG-EAC. Comisión Europea, bajo el Acuerdo de subvención número 721631.