26 Mayo 2015
Las redes 5G estarán operativas en 2020 y constituirán la puerta de entrada hacia la era del «todo inteligente». Además de aumentar la productividad de los trabajadores, mejorarán la calidad de vida.
Un sistema de telecomunicaciones completamente nuevo con características radicalmente distintas. Pese a encontrarse en fase incipiente de investigación, las redes de conexión 5G supondrán una auténtica revolución. Permitirán disponer de servicio en cualquier lugar, multiplicarán la capacidad agregada de las redes actuales por 1.000, hasta una densidad de 10 Terabits/segundo por kilómetro cuadrado, y dispararán la velocidad disponible para cada terminal por 100, llegando a los 10 Gigabits/segundo. Además, el número de terminales conectados se incrementará por 150 y superará el millón de millones.
Las redes 5G constituirán el soporte de internet en el futuro. Su desarrollo pasará página desde la ciencia ficción a la realidad, hacia un mundo totalmente conectado. Arturo Azcorra, presidente del Grupo de Expertos 5G de la Plataforma Tecnológica Europea NetWorld2020, asegura que se reducirá enormemente el consumo energético, requiriéndose un ahorro por bit/segundo del 90% respecto a la situación actual. «La flexibilidad del control y gestión de red será 1.000 veces superior», agrega.
Operadores, reguladores y fabricantes ya han comprado sus billetes, hacen cola en el andén para no perder plaza en algún vagón de este tren revolucionario, y cooperan tanto en la definición de los requisitos del sistema como en la identificación de las tecnologías que lo soportarán. Ignacio Berberana, gerente de Innovación de la Dirección de Redes y Acceso Radio en Global CTO de Telefónica, trabaja en los principios de diseño que deben aplicarse. «Queremos que las nuevas redes sean mucho más eficientes desde el punto de vista del consumo energético y garantizar la seguridad de las comunicaciones y la privacidad de los usuarios. Se están dando los primeros pasos para ajustar la regulación en aspectos fundamentales como las bandas de espectro que se pueden utilizar».
Diseñar una arquitectura de red capaz de tolerar tal volumen de datos y una velocidad de transmisión que ofrezca un servicio más amplio. El sector se enfrenta a retos de importante calado. Dr. Zhou, presidente del Instituto Europeo de Investigación de Huawei, cree que «el 5G estará listo para su despliegue comercial en 2020».Y es que cada generación de estándares móviles normalmente necesita una década para dar sus frutos. Mientras el 1G apareció en 1979, el 4G lo hizo en 2012. «Es importante que todos los actores globales se centren en hacer que el 5G sea una realidad para la próxima década».
Las tecnologías 5G harán del tiempo y la distancia algo irrelevante. Encender el horno desde la oficina para que esté caliente al llegar a casa, comprar un pavo con el Smartphone y descargar la receta para cocinarlo. No importa el lugar, ni tan siquiera el momento. Azcorra expone que las redes5G serán un factor multiplicativo de la productividad de los trabajadores, ya que cada persona dispondrá de la información que necesite y cuando la requiera. «El potencial del impacto socioeconómico es sencillamente infinito», apostilla.
[ 900.000 millones de euros es el potencial económico directo de las redes 5G para 2020, sin contar la economía inducida –comercio electrónico o aumentos de productividad –. ]
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