20 Junio 2010
España ha crecido durante los últimos años más que el resto de Europa, pero ahora tiene que transformar su economía hacia un modelo sostenible. El director del organismo oficial que promueve la innovación en las empresas asegura que el Gobierno inició ese proceso en 2004 a través de una fuerte apuesta por la I+D+i.
La actual crisis está sembrando dudas, por desgracia en ocasiones de forma intencionada y deslealmente interesada, sobre la solidez y capacidad de nuestro tejido productivo. Un aspecto que conviene no olvidar es que la crisis no se ha originado en España, sino en el sistema financiero de Estados Unidos, extendiéndose rápidamente a los demás países occidentales.
Curiosamente, las empresas basadas en la innovación interpretan la crisis como una oportunidad. A modo de ejemplo, podemos ver cómo la farmacéutica española Grifols acaba de adquirir a un fuerte competidor, la norteamericana Telefónica, que en mitad de la crisis está realizando una oferta de 6.500 millones de euros por la operadora de móviles brasileña vivo.
Es incuestionable que la economía española se recuperará y saldrá fortalecida. Pero el verdadero reto al que nos enfrentamos no es la recuperación, con la importancia que ello tiene, sino la transformación radical de nuestra economía para poder continuar con un elevado crecimiento en los próximos 20 años.
Para ello debemos alcanzar el objetivo fijado por el Gobierno de transformar nuestra economía en sostenible, basada en la innovación y el conocimiento, fuertemente internacionalizada, con una balanza tecnológica positiva y empleo de trabajo de alto valor añadido. Una economía capaz de atraer y retener talento internacional.
Desde 2004, el Gobierno ha promovido esta transformación incrementando fuertemente el apoyo de la I+D+i, y diseñando nuevos mecanismos de cambio estructural. Ahora, en 2010, desde el Ministerio de Ciencia e Innovación se ultima la estrategia estatal de innovación (e2i), que establece un plan plurianual a lo largo de cinco ejes, basado en un profundo cambio estructural de nuestro actual modelo socioeconómico y cultural. Hemos de transformar España en uno de los mejores lugares del mundo para innovar.
Este cambio promovido por la e2i debe afectar a numerosos elementos de la sociedad, entre los que puedo citar: la percepción social de la innovación; la valoración del éxito empresarial-tecnológico; la valoración, también, del fracaso; los mecanismos de defensa de la propiedad intelectual; una enseñanza Primaria y Secundaria bilingüe en inglés, y orientada a la creatividad, la iniciativa y el espíritu emprendedor; el fomento de la compra pública innovadora; la orientación empresarial hacia la innovación y los mercados internacionales; la cooperación y búsqueda de sinergias entre las Administraciones; el fomento de la inversión privada en I+D+i, y de la actividad empresarial orientada a la innovación; un entorno científico de excelencia, que contribuya activamente a la aplicación comercial de sus descubrimientos; una educación superior de calidad, competitiva internacionalmente, que atrae a los mejores talentos internacionales a nuestras universidades.
Pero esto no es tarea solo del Gobierno, es tarea de todos nosotros.
Autor: Arturo Azcorra (director general del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial-CDTI)
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