Entrevista a Ralf Steinmetz, Presidente del Patronato de IMDEA Networks

18 Febrero 2009

Entrevistador: Gracias por participar en esta entrevista y por compartir con nosotros sus puntos de vista sobre temas que están conformando el espectro global de las comunicación. Desde 1996, usted ha sido Catedrático en la Technische Universität Darmstadt (Darmstadt, Alemania) en el Department of Electrical Engineering and Information Technology, así como en el Department of Computer Science, donde también es Managing Director del Multimedia Communications Laboratory (KOM). También es Presidente del Patronato y miembro del Consejo Científico de IMDEA Networks, Instituto Madrileño de Estudios Avanzados en Networks. ¿Podría decirnos en sus propias palabras cuáles son los principales objetivos y retos científicos del Instituto? ¿Hay algún modelo de investigación que el Instituto debería seguir para lograrlos?

RS: El objetivo de IMDEA Networks es convertirse en uno de los líderes mundiales en la Futura Internet Inalámbrica, permitiendo así a Madrid y a España tomar parte en la consecuente transferencia tecnológica y posibilidades de desarrollo económico-social generadas por la misma. Si logramos alcanzar tan alto nivel de atractivo científico en esa área que va a ser –y ya es – un área clave para el futuro, esto nos permitirá explotar el potencial de contribuir a establecer compañías formadas por aquellos “cerebros” que se desplacen a Madrid, lo que ayudará, al menos a la región, a establecer nuevos servicios y aplicaciones, incluso si no fueran compañías directamente relacionadas con la comunicación per se, sino que apliquen aquella a, digamos, al sector del transporte, o la logística, pueden emplear los avances y, teniendo los fundamentos y la visión, crear algo con ello dentro de un área especial de aplicación más adelante.

E: Y sobre el modelo de investigación de IMDEA Networks, ¿tiene ideas concretas?

RS: Tengo la idea de que tiene que estar afiliado a la universidad a largo plazo, tal y como lo está ahora. Esto es crucial, ya que las personas que queremos atraer son en gran parte jóvenes universitarios, estudiantes, y es posible proporcionarles mucho apoyo en términos de equipamiento y de acceso a la investigación. A su vez, la teoría no es lo único que va a tener una importancia clave. Tiene que haber alguna clase de transferencia de conocimiento, de creación de empresas, de impacto en el exterior. Este factor “impacto” creo que es muy interesante. El último factor clave son los investigadores de renombre que IMDEA Networks sea capaz de atraer, tales como Nick Maxemchuk, Jon Crowcroft o Nicolas Georganas, que ya han colaborado o colaboran con el Instituto. Estos investigadores hablarán al mundo de dónde se encuentran y de lo que hacen y atraerán a su vez a más figuras de elevado prestigio científico. Esto es algo que definitivamente tiene que ser reforzado aún más en el futuro.

E: ¿Por qué escogió involucrarse en este proyecto?

RS: Una razón personal es que simpatizo mucho con lo que Arturo Azcorra [Director de IMDEA Networks] ha estado haciendo en el pasado en proyectos de la Unión Europea y honestamente admiro como está logrando construir IMDEA Networks, con cuanto tesón. Por otro lado también siento afinidad con lo español, la lengua, y también me gusta tener lazos fuertes con Madrid. Mi puesto como Presidente del Patronato me proporciona una oportunidad de lograr esto.

La respuesta más “profesional” es que será extraordinario si logramos establecer el Instituto con la financiación base del gobierno regional, en un momento donde todos están buscando cómo trabajar solamente con financiación de terceras partes. Establecer un instituto de investigación que no está basado en financiación de terceros, sino que es una institución constituida como fundación sin ánimo de lucro, puede que sea la clave del éxito futuro. Esto convierte a IMDEA Networks en una iniciativa de gran atractivo que está bien situada y que ha aparecido en el momento adecuado.

E: ¿Qué experiencias le han influido a elegir una carrera profesional científica?

RS: Hay dos cuestiones. La primera es que soy una persona a quien le gusta explorar, a quien le gusta crear, y la ciencia me permite hacer ambos. La segunda cuestión es que, por la trayectoria que hasta ahora he realizado en investigación, soy, en cierto modo, libre de definir lo que realmente quiero hacer: liderar un Instituto, evolucionar profesionalmente en una u otra dirección, etc. Tengo mucha libertad y realmente disfruto en este tipo de ambiente creativo.

E: ¿Cuál es la mejor parte de su trabajo, lo que más satisfacciones le proporciona? A la inversa, ¿cuál es el lado menos positivo de su ocupación?

RS: Los pros y los contras, de acuerdo. Un aspecto que ciertamente está en el lado positivo es lo que sucede con los estudiantes tras completar su doctorado. Si tienen éxito, si tienen una buena carrera profesional, entonces yo me encuentro verdaderamente satisfecho. Si innovan, si obtienen cátedras o llegan a puestos relevantes en la industria, si logran avances que tengan influencia en alguna temática de investigación, esto me proporciona gran alegría.

Pero hablo tanto de universitarios como de aspirantes a Doctorado, ya que se trata de la persona: la persona que educamos, a la que enseñamos, a la que ayudamos a lo largo de los diferentes estadios de su carrera como estudiante, como licenciado, como Masters o Diplomado, Doctorado y post-doctorado. Incluso respecto a estos últimos, cuando sea que lo precisan durante su carrera profesional, colaborar en sus procesos de creación me proporciona gran satisfacción.

El otro aspecto positivo de mi trabajo es ciertamente la libertad para la creación que mencionaba antes.

Respecto a los aspectos menos positivos, destacaría el tipo de burocracia que encontramos – al menos en las universidades alemanas – en cierto tipo de entornos donde determinadas personas son, a mi entender, demasiado lentas en procesar iniciativas. Este tipo de burocracia es algo que aborrezco.

E: ¿Qué cualidades son importantes en su área de investigación? Cualidades tanto como persona como profesional científico-investigador.

RS: En primer lugar, la “persistencia” que permite de algún modo luchar para alcanzar un objetivo concreto sin rendirse. No hay que rendirse nunca. Una segunda cualidad es, por supuesto, escuchar a los demás. Muchos investigadores prefieren hablar y escucharse a sí mismos, pero hay mucho potencial en escuchar, trabajar con otros y trabajar dentro de redes de contactos con esos otros. La tercera, que yo encuentro fundamental, pero que muchos científicos no poseen, al menos en Europa, es que de algún modo tienes que venderte a ti mismo y a tu trabajo. Muchas personas aún creen, “OK, desarrollo algún tipo de código o construyo algo que es eficiente, pero no tengo que hablar de ello”; pero sí que tienes que hablar de ello, tienes que tener alguna clase de relaciones públicas propias, un modo propio de poner en su lugar lo que has realizado. Esto es bastante importante para lograr una medida de éxito.

E: ¿Qué está sucediendo con Internet al convertirse en un fenómeno verdaderamente global?

RS: Internet en sí mismo yo diría que se diseñó en los años 60 y 70 del siglo pasado y fue diseñado con ciertos propósitos que en aquel momento concreto estaban bien concebidos. No había movilidad, ni existía el problema de la seguridad. Pero el mundo de la comunicación ha ido progresando de manera acelerada. Los ordenadores se han convertido en portátiles. No hay un único ordenador que proporciona servicio a muchas personas, ni un único ordenador que sirva a una sola persona. Tenemos ordenadores en abundancia para cada individuo. Respecto a la calidad de servicio: si queremos comunicar algo, queremos hacerlo con un cierto nivel de calidad. Esto es crucial. Por tanto, seguridad y robustez se han convertido en temas clave. También la comunidad Web, por ejemplo, ha evolucionado, ya que el servicio no lo provee una estación central, sino que lo provee prácticamente cualquiera. Este es el caso de Google Maps.

El entorno de Internet ha variado mucho a lo largo del tiempo, pero Internet conserva sus fundamentos, aunque con multitud de “add-ons”. Si tienes Internet más un “add-on” esto es asequible, pero un reto. Si añades dos “add-ons”, ese sistema se torna delicado, pero aún lo puedes mantener. Cuando tienes tres y muchos más añadidos, Internet se convierte en un esfuerzo acrobático. Así, Internet funciona de algún modo, pero no como debería. Debe haber un cambio radical en algún momento. Pienso en lo que pudiera ser una nueva red, una red diferente. ¿Cómo podría estructurarse dicha red para responder a nuestras expectativas? Para empezar sería más sencilla. Por supuesto, el problema de la transición es complejo.

E: Si pudiera regresar al pasado y cambiar tres aspectos de la implementación de Internet, ¿cuáles serían?

RS: Hubiera incluido la calidad, la seguridad y la fiabilidad como aspectos integrales y no como añadidos a posteriori.

Fuente(s): madri+d, IMDEA Networks Institute
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