19 Agosto 2014
El cloud computing no es solo la última revolución en el mundo TIC sino un potenciador clave de la innovación y el desarrollo económico. En el marco del proyecto CLOUDS, investigadores con base en Madrid han realizado avances científicos cruciales en el estado del arte de la computación en la nube.
Cloud computing es un paradigma emergente en sistemas de computación distribuidos cuya meta es ofrecer el software como un servicio a través de internet. El proyecto de investigación CLOUDS, en el que ha participado IMDEA Networks, se ha centrado en avanzar el estado del arte de esta tendencia tecnológica, que está revolucionando el entorno de la informática y la manera en la que usuarios y proveedores interaccionan en la red. Como todo lo que toca internet, este desarrollo está marcado por la impronta del ánimo globalizador. Del dispositivo individual autosuficiente que almacena todos los datos y contiene todas las aplicaciones que precisa el usuario, se evoluciona hacia un modelo de servicios de computación, comunicación y almacenamiento de información bajo demanda, que se adapta dinámicamente a las variaciones del consumo y responde a las necesidades de un mercado global.
La nube permite traspasar fronteras tecnológicas, geográficas y administrativas, concentrando información y servicios en centros de datos y dispositivos remotos pero accesibles por internet en cualquier momento, desde cualquier lugar y casi desde cualquier dispositivo o terminal. El nivel de autonomía, escalabilidad, automatización y flexibilidad que este modelo de computación proporciona no tiene precedentes. Los recursos tecnológicos se distribuyen globalmente y la información se almacena en servidores de internet, liberando al usuario de la tradicional dependencia del dispositivo, potenciando la movilidad, la accesibilidad y la seguridad, permitiendo un acceso hasta hace poco impensable a servicios de última generación por medio del pago por consumo, esto es, sin necesidad de una inversión económica previa de alto nivel.
El efecto de este modelo en la democratización del acceso a recursos y conocimientos es tan palpable en el mundo de los negocios como en el del usuario final. Por ejemplo, la pequeña y mediana empresa puede competir tecnológicamente, optimizando el uso de recursos TIC y realizando una mínima inversión, a escala; mientras que el usuario experimenta como a la inconmensurable oferta informativa se añade ahora la posibilidad de emplear herramientas especializadas, actualizadas y novedosas, acceder a servicios públicos y privados o utilizar aplicaciones colaborativas, solo con utilizar un navegador web.
La investigación sobre cloud computing plantea retos y promete avances que van más allá de lo abarcado por el proyecto CLOUDS. En efecto, sus aplicaciones potenciales se extienden a diversos entornos que tienen en común un alto grado de innovación. Desde la telefonía celular (HLRs, detección del fraude, procesamiento de CDRs en tiempo real), a la banca y las finanzas (detección de pagos fraudulentos con tarjetas y de blanqueo de dinero), la inteligencia de negocio (almacenamiento de datos en tiempo real y publicidad dirigida escalable), la seguridad (mitigación de los ataques de negación de servicio, procesamiento de sucesos en sistemas de seguridad), las redes de sensores (procesamiento del rendimiento de redes de sensores masivas) a la domótica (edificios inteligentes), por mencionar algunos.
El proyecto CLOUDS (Cloud Computing para Servicios Escalables, Confiables y Ubicuos) ha sido financiado por la Consejería de Educación, Juventud y Deporte de la Comunidad de Madrid y ha operado desde enero del 2010 hasta mayo de 2014. Investigadores de IMDEA Networks Institute han colaborado con grupos de investigación de dos universidades madrileñas, la Universidad Politécnica de Madrid y la Rey Juan Carlos.
Fuente imagen: Ehecatl1138, Openclipart
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